martes, 30 de agosto de 2011

Ejerciendo mi derecho.

Somos responsables de nuestros hijos, esto quiere decir que cuando todavía no tienen capacidad o criterio suficiente para elegir, debemos hacerlo por ellos.

Se puede elegir de muchos modos, en mi opinión la elección respetuosa hacia el niño basada en su particularidad es siempre la mejor opción. Quiero decir que tal vez no tomemos las mismas decisiones para todos nuestros hijos, porque no son iguales, ni ellos, ni sus circunstancias.

A los padres nos toca aplicarnos en todas las facetas que afectan a un niño: salud, educación, costumbres, valores, alimentación...

Y de esta última vengo a hablar, la alimentación.

Yo siempre quise ser vegetariana, desde pequeña, y mis razones eran puramente éticas, los animales eran mis iguales. Pero mis padres lo dejaron muy claro, mientras viviera bajo su techo comería de todo. Bien, esa fue su elección.

Cuando me independicé estaba demasiado absorvida por la rueda y las vueltas no me permitían ni pensar. Tuve que ser madre y conocer a un par de vegetarianos de carne y hueso para recordar que aquello era lo que quería, y saber que estaba en mi derecho.

El cambio fue progresivo porque así lo consideré más adecuado, y lo llevé a cabo sólo en mi ya que no me sentía con información suficiente para incluir a mi hija.

Ahora hace ya cuatro años que llevo este tipo de alimentación y mi experiencia es totalmente positiva. Evidentemente durante este tiempo he recabado información, he conocido experiencias, he asistido a conferencias, he leído libros y he experimentado conmigo misma en diferentes situaciones (calma, estrés, embarazo, parto, puerperio, crianza de gemelos + 1...). Todo esto añadido a mi experiencia previa como carnívora, donde los dolores abdominales y las nauseas eran prácticamente diarias, hace que no tenga duda.

Y bueno, con el nacimiento de los dos pequeños hubo que plantearse de nuevo qué elección tomar, ahora considero que Inés ya tiene edad suficiente para elegir por ella misma y de momento elige ser carnívora (fuera de casa), pero los pequeños aún no pueden elegir por lo que de momento serán vegetarianos.

Para mi ser vegetariano no es sólo dejar de comer carne y pescado, también es comprender que los animales merecen nuestro respeto, y eso es lo que espero transmitir a mis hijos, además de darles una alimentación más sana y equilibrada.

Por otra parte es una cuestión práctica, en casa no disponemos de productos cárnicos y si yo no como animales, evidentemente prefiero que otros tampoco lo hagan.

Pero en cualquier caso, tampoco tengo intención de justificar mis decisiones, tengo muy claro que nadie puede querer lo mejor para mis hijos tanto como yo.

Lo que sí pretendo es ser respetada por mi entorno, elegir distinto a los demás, o a lo más común, no es practicar una ofensa personal sino ejercer un derecho.

jueves, 25 de agosto de 2011

Ahora tiene sentido.

Un buen día, siendo todavía bebé, descubres que tienes dos ojos, una nariz, una boca, dos orejas, dos manitas al final de los brazos, deditos en los pies... y hasta un ombligo. Es genial, pero... ¿y qué?.

Un poco más tarde aprendes a "usarlo",  en el sentido literal de la palabra, del mismo modo que usamos el millón de cosas que nos rodean, sin poner demasiada conciencia en ello.

Y más adelante aprendes que todo eso que un día descubriste en ti y que aprendiste a usar es TU cuerpo, y además es tu tarjeta de visita. Puedes alargarlo o encogerlo, adelgazarlo o ensancharlo, abandonarlo o acicalarlo, todo es posible con más o menos constancia y/o más o menos dinero. Pero... ¿y qué?.

Entonces llega el momento en que te descubres embarazada, ese no es el día que empiezas a desearlo, ni el día que lo planificas, no es cuando tienes la sospecha, ni siquiera cuando lo confirmas, sino bastante después, tal vez ni siquiera en un primer embarazo.

Es el momento en que te haces consciente, en que te descubres portadora de vida, poderosa. Es cuando sabes a ciencia cierta que harías cualquier cosa por la personita que crece dentro de ti, es cuando le das a la Naturaleza el lugar que le corresponde y la reconoces sabia, perfecta. Es cuando esa certeza te da confianza, te apacigua.

Pasas los meses construyendo una nueva conciencia, anidando una ilusión, haciendo hueco a lo que tiene que venir y que por si sólo ocupará su propio espacio.

Lo que viene a continuación no es sólo un parto, es también todo lo que lleva aparejado, pero que dependerá de la elaboración previa.

Y entonces, mucho tiempo después, al bajar de la montaña rusa, te miras a ti misma y te ves absolutamente fusionada con esa personita que creció dentro de ti, y recuerdas que lo hiciste tú, que te ayudó tu cuerpo, que le diste la oportunidad de hacer algo más que ser usado, la oportunidad de unir cuerpo y mente en un proyecto increíblemente mágico.

Empiezas a quererte, te respetas. Ahora tiene sentido.

lunes, 22 de agosto de 2011

Entorno apropiado.

Todos los que tenemos hijos hemos podido confirmar en algún momento la sospecha de que un niño necesita un entorno apropiado.
Y no me refiero a poner gomas en las esquinas de los muebles...

Yo he tenido la satisfacción de confirmarlo una vez más este verano.

Hace menos de dos semanas estuve en mi pueblo, a 600 km de mi residencia habitual y me llevé a mi hija mayor, los gemelos y una amiguita de mi hija. Nos fuimos en tren y aunque ese no es el mejor ejemplo de entorno apropiado, si es una muy buena opción en comparación al coche.  En el tren pueden levantarse, caminar, ir al baño, ver una película, comer, dormir, pintar, jugar a las cartas... y siempre hay algún viajero adulto dispuesto a echar una mano. De manera que después de mi experiencia, a partir de ahora el tren será mi perfecto aliado.

El pueblo del que hablo es muy chiquitito, a penas 11 habitantes en invierno. Sólo son dos calles paralelas con una plaza en medio, no hay opción de pérdida y no hay peligro, no hay desconocidos, no hay exceso de coches, no hay comercios... sólo hay un bar en la plaza (el Teleclub) que está regentado por los socios del mismo, o sea los habitantes del pueblo. El panadero viene con su furgoneta en días alternos, el pescatero y el frutero un día a la semana, al igual que el médico de cabecera. Una vez al mes viene el bibliobus y un par de  veces al año el veterinario. Dos veces al día pasa un autobús de línea que te lleva o te trae de la ciudad. No tenemos cobertura de móvil aunque sí teléfono fijo y un acceso a internet un poco en periodo de prueba.

Ah! y cuatro veces al año hay fiestas en el pueblo.

Este es mi concepto de entorno apropiado e ideal. La gente vive en la calle, las casas están abiertas, los niños corren con sus bicis, montan casetas de leña, persiguen a las ovejas por el monte o cazan renacuajos en el arrollo.

Los días son mágicos, cada minuto inventan algo distinto, las posibilidades con un palo y una piedra son infinitas, los adultos (en general ancianos) se convierten en iguales con quienes conversar y compartir. Las noches no son noches, son otros mundos donde el canto de los grillos invita al relato de cuentos y secretos.

Las manos son para usarlas, es necesario mancharse, desinhibirse, gritar, cantar, caminar descalzo... Sentir que eres dueño de tu cuerpo, de tu tiempo... que eres libre.

Y esto es lo que han podido experimentar Inés y su amiga que a sus cinco años salían de casa a las 10 de la mañana y volvían a entrar a las 12 de la noche apurando hasta el último minuto. Eso sí, absolutamente rendidas y felices.

viernes, 19 de agosto de 2011

Recogida de firmas. Familia homeschooling imputada.

A mi no me parece tan difícil de entender que los padres queramos pasar tiempo (cantidad y calidad) con nuestros hijos, que queramos ofrecerles cobijo y protección, que deseemos para ellos una crianza con apego y una educación respetuosa con sus ritmos y sus intereses.

Pero sobre todo me cuesta entender porqué la justicia de este país se empeña en tachar de delictivo algo que debería premiarse por el bien del futuro de nuestra sociedad. Máxime cuando ni es delictivo, ni está prohibido, lo cual les lleva a perder su tiempo y el de la familia imputada, causando frustración, impotencia y dolor gratuito.

Este caso también se ganará, con el apoyo de todos.

Ha habido un problema con la recogida de firmas para este caso, por error no se pedía el DNI del firmante y así no es válido el apoyo. Por favor, copia y pega la siguiente carta y envíala a la dirección de la familia imputada (peloliao@hotmail.com).


CARTA PARA FIRMAR:

La familia Sala-González educa a su hijo en casa, consideramos que esta acción es ajustada a los derechos constitucionales y legales en España. No existe prohibición expresa alguna en ningún texto legal que impida educar en casa, como no existe tampoco esta prohibición en los diferentes convenios internacionales firmados por España, siendo por el contrario éste un derecho reconocido por la Organización de Las Naciones Unidas (ONU).
Entendemos que la actuación de la pareja Sala-González es una actuación consciente y que los padres, conocedores de sus deberes y derechos, han asumido plenamente la responsabilidad de educar en el hogar, amparándose en la Constitución española,articulo 27.1 y artículo 27.3. Estos artículos reconocen la libertad de enseñanza y el derecho que tienen los padres de escoger en qué forma quieren educar a sus hijos.
Los tribunales, cuando han tenido oportunidad, han considerado que el derecho a la educación no se protege y garantiza únicamente a través de la escolarización y de la integración del alumno en el sistema educativo que diseña la Ley, sino que" la formación educativa, efectuada al margen de la enseñanza oficial,es perfectamente aceptable en el marco de libertades diseñado por la Constitución".
Hay sentencias favorables en este sentido pero sería largo enumerar; pero si queremos destacar que ya en lugares como el País Vasco, Andalucía o Cataluña, entre otras, existe jurisprudencia al respecto reconociendo le legalidad y viabilidad de esta opción legítima y creciente no sólo en Europa y en el mundo en general, sino también en España.
Dicho esto queremos reiterar que consideramos que este no es un caso de falta de responsabilidad por parte de los padres, ni de negligencia, ni tampoco de absentismo escolar, más bien al contrario, se podría calificar de un exceso de celo por ofrecer la mejor formación posible respetuosa con el niño y coherente con los valores de su familia, valores inscritos dentro de los valores democráticos del Estado español, y por lo tanto plenamente respetables.
Sirva pues el presente para mostrar nuestro apoyo a la familia Sala- González imputada y la manifestación de que compartimos plenamente los mismos sentimientos que animan a los padres a educar a su hijo en casa.


Nombre:
DNI:
Firma:



sábado, 13 de agosto de 2011

ESTAR. (A favor del colecho).

A mi me encanta dormir acompañada.

Desde que nació mi hermana cuando yo tenía casi 4 años, he compartido habitación, y desde que nació mi hermano a mis 12 años, he compartido cama, por puro placer. El placer de sentir la presencia del otro, de tenerlo al alcance de tu mano, de acompañar sintiéndote acompañado, de recibir y ofrecer seguridad.

Evidentemente no podría pedirle a mis hijos que durmieran sólos aunque quisiera (que no quiero) porque no se me ocurren razones de peso para hacerlo.

No veo por qué pueden necesitarme menos de día que de noche, no veo por qué voy a querer perderme esas horas de su vida, ¡cada día!.

Pienso en ellos cuando les imagino despertando a media noche sin saber dónde está su mamá y simplemente decido estar. Pienso en mi cuando imagino el placer de sentir su manita tocando mi hombro entre sueños para asegurarse de que sigo ahí, y decido seguir estando.

Priorizo cuando empiezan a surgir incomodidades relacionadas con el colecho (patadas, codazos, niños que se despiertan unos a otros, papás que acaban en el sofá...) y elijo la cama de 2x2 antes que las lámparas del salón. Continúo estando.

Elijo entre estar ahora que ellos quieren, necesitan y no están preparados para otra cosa, o echarles de menos y arrepentirme cuando alcen el vuelo, tal vez faltos de seguridad en sí mismos. Me quedo.

Prefiero el contacto de la piel pegajosa en verano al frío de unas sábanas vacías, prefiero el ruido de mi pequeña multitud al silencio que no acompaña, prefiero darles la realidad de mi presencia mientras pueda, a la promesa de una buena intención.

Y me da igual si al resto del mundo le parece bien o mal, en la intimidad de mi casa elegimos los habitantes de la misma.

Y los demás si quieren colechar que lo hagan, si no quieren que no lo hagan, si tienen dudas que lo prueben, si lo prueban y les gusta que no busquen más excusas, y si lo disfutan que lo compartan (todos nos enriquecemos un poco con la experiencia del otro).

Y mientras tanto,  nosotros elegimos seguir estando.



(Sarai, gracias de nuevo por el logo...).

lunes, 8 de agosto de 2011

TÓPICOS Y FORMAS DEL SEXISMO

"¿Cuáles son los mecanismos de generación, instalación, transmisión, metamorfosis y de perpetuación del discurso que desencadena la violencia sexista?"

El propio autor describe este libro como "reflexión filosófica", pero se basa para llegar a ella en datos empíricos obtenidos de estudios previos, entrevistas personales y encuestas.

Todos sabemos en qué consiste la violencia de género (violencia sexista), pero no todos hemos reflexionado sobre la "microviolencia" y los tópicos que nos llevan a aceptarla sin más pretensiones.

Con la lectura de este libro me he sorprendido a mi misma siendo consciente de haber aceptado en algún momento, o en la actualidad, alguno de los tópicos que convierten a la mujer en un objeto.

Me he sentido profundamente decepcionada por los resultados de las encuestas realizadas en mi provincia, con una muestra de 1.000 varones de entre 18-45 años con resultados muy vergonzosos.

Y he experimentado satisfacción al sentirme enriquecida con la lectura.

Hace ya  muchos años que tuve el privilegio de conocer personalmente al autor de este libro, y con la lectura del mismo he podido reconocerle en ciertas expresiones o giros de frase, algo que valoro mucho en una lectura, un texto con personalidad.

Tópicos y formas del sexismo.
 Juan Carlos Castelló Meliá.
Ediciones Tilde
ISBN: 978-84-96976-31-3
Páginas: 176 págs.


viernes, 5 de agosto de 2011

De Mil Amores

Criar con apego no es sólo una elección, también es un estilo de vida, es una creencia, es el sentimiento y la certeza de que no podrías hacerlo de otro modo.

Criar con apego es darle a tu hijo la seguridad de que estarás ahí, siempre.
Y eso sólo puede decirse con hechos.

Estás ahí cuando atiendes un llanto, cuando abrazas el desconcierto, cuando alimentas sin presiones, cuando mantienes la calma, cuando sonríes en lugar de gritar. Estás ahí de día y de noche, piel con piel.

Estás ahí cuando cantas y bailas al borde del agotamiento, cuando miras en silencio, cuando callas porque no te han preguntado, cuando dejas elegir, cuando sostienes desde la conciencia.

Desde el blog De Mil Amores, se plantea el reto de juntar mil imágenes (sin son más, mejor) que valgan más que mil palabras. Esta es mi aportación.










martes, 2 de agosto de 2011

Lo que quiero para ti.

Lo que quiero para ti es un cielo lleno de estrellas, el olor a hierba mojada, las pequeñas cosas, la mágia de lo posible...

Lo que quiero para ti es que seas capaz, pero sobre todo que te sientas capaz.

Te dejo un mundo patas arriba, no hace falta que lo arregles tú todo, ni que lo hagas sólo, pero procura que reine la armonía en el círculo que te rodea, aunque sea una armonía caótica si así lo prefieres.

Hagas lo que hagas en tu vida no olvides que será tu granito de arena y de ti depende sentirte orgulloso de ello, pero sólo de ti.

Somos tribu mi amor, no camines sólo más allá de los momentos en que necesites encontrarte a ti mismo.

Cuando te sientas confundido sin saber qué rumbo seguir, te aconsejo que recorras mundo durante una temporada, viajar, en el sentido profundo de la palabra, siempre amplía los márgenes de nuestra mirada.

Y en tu viaje, recuerda que las cosas materiales son sólo cosas, lo que puedas necesitar te cabe en los bolsillos, el resto llévalo en el corazón.

Besa, abraza, acaricia, canta... siempre que quieras.
Puedes hacerlo. Tienes poder.

Sé fuerte cuando te ayude, y déjate cuidar cuando lo necesites.
Sé crítico, sé responsable, sé curioso.

Llénate de recuerdos, la experiencia es un grado y experimentar un regalo,
usa tus manos!!

Lo que quiero para ti es que siendo tú mismo, seas feliz.