"No hija, es tarde, vamos a casa."
"Pero mamá, podríamos ir a la biblioteca..."
"Es que ya es tarde"
"No es tan tarde, todavía es de día"
"Es de día, pero tarde. Llevamos horas en el parque"
"Ya, por eso digo que ahora podríamos ir a la biblioteca"
"Y yo digo que podríamos ir a casa"
"¿Y si necesito un libro?"
"Si tienes un montón!!"
"¿Y si necesito leer uno nuevo?"
"¿Y si vamos mañana?"
"¿Y si lo necesito hoy?"
"Hija, es tarde, hace frío, tus hermanos y yo estamos cansados... vamos a casa."
"Mamá, no es tan tarde, en la biblioteca no hace frío, y mis hermanos y tú podéis estar sentados"
(Aquí es cuando yo me paro un segundo, me veo a mi en miniatura y sé que no parará hasta que lo consiga. A continuación decido ser inteligente, acortar distancias y ahorrar tiempo...)
"De acuerdo hija, vamos a la biblioteca"
Ja, ja, ja, lo tenía claro. No podrás quejarte, que lo que quería era un libro y no otra cosa.
ResponderEliminarUn abrazo
No me quejo, lo tengo asumido!!
EliminarUn besazo!
jijijiji, madre mía lo que nos queda por vivir... la mía va a ser igualita que su madre también
ResponderEliminarpaciencia
Si Raquel, lo que nos queda!! Debe ser una especie de venganza divina, jajaja
EliminarUn abrazo!
Ains qué me la como!!! No puedo decir más, me ha dejado sin palabras jajaja. Besotes!
ResponderEliminarEsa es su técnica, dejar sin palabras...
EliminarUn abrazo!