martes, 14 de junio de 2011

Mi abuela

Mi abuela siempre decía que tenía que escribir, que tenía que pintar, que tenía que estudiar... Todo lo que se me daba un poco bien tenía que hacerlo incansablemente. Era su forma de motivar.
Cuando nací mi abuela era joven, tengo la imagen de unas piernas tersas con una falda justo por debajo de las rodillas y unos zapatos de tacón prudente. Pero ella lloraba segura de que no me vería crecer.
Por si acaso era cierto procuró estar en todos los momentos importantes de mi vida, y también en los triviales. Pero nunca olvidaba añadir: "cuando yo me muera..."
Y así crecí haciéndome a la idea de que cualquier día no estaría, y por si acaso era cierto me aferré a su presencia para no perderme ni un segundo.
Sus grandes cuidados consistían en pequeños gestos: partía siempre las galletas de chocolate por la mitad, porque enteras eran demasiado, pero luego me daba las dos mitades; preparaba siempre mis platos favoritos, incluso cuando me hice vegetariana y rompí sus esquemas; resoplaba cuando yo no mantenía en la casa el orden que ella esperaba, y mientras resoplaba colocaba todo a su gusto; me pedía que le pintara las uñas como si yo le hiciera un favor sabiendo que me encantaba hacerlo; en las noches de verano siempre me decía "vuelve a las 12 que ya sabes que tu padre quiere que estés en la cama a las 10"; y cuando iban a nacer mis pequeños, "si les das de mamar cuando quieran, les tienes todo el día en brazos y les acuestas a dormir contigo parecerás una gallina clueca, siempre con los polluelos bajo el ala!!" (pretendía disuadirme, pero me halagó...).
Y como era mi pasión, si me pedía que le contara qué me preocupaba, yo se lo contaba, a pesar de ser chica de pocas palabras; si me pedía un mimo, yo corría a sus brazos; si me pedía que recorriera media España para ir a verla, me faltaba tiempo...
Un día me dijo que no quería morir sin conocer un bisnieto, y como siempre he sido incapaz de negarle nada, le di tres. Ellos son el orígen y fundamento de este blog, pero se lo dedico a ella, mi abuelita.

3 comentarios:

  1. Preciosa la dedicación de tu blog a tu abuela, me encanta cuando la gente aprecia y quiere a sus abuelos de tal manera.

    un saludo

    ResponderEliminar
  2. qué bonito, me has hecho llorar, yo también adoraba a mi abuelita

    ResponderEliminar