lunes, 3 de octubre de 2011

Mundos imposibles.

Todos soñamos un poquito, imaginamos mundos, personificamos objetos, nos ilusionamos y sonreímos ante argumentos sorprendentemente posibles.

Tal vez, exagerando bastante, podría decir que soy la reina de las soñadoras. En mi mundo todo es posible y lo ha sido siempre. Y ahora, que soy madre y se espera de mi una pizca de madurez, resulta que soy más soñadora si cabe.

Mi mente galopante viaja de extremo a extremo en mundos increíbles y vuelve cargada de seguridad y aplomo, pero lo mejor de todo es que esta mente galopante no tiene límites, nadie se los impone porque nadie tiene permiso para entrar en ella a poner orden. Es mía y es libre.

En esta tesitura podían ocurrir millones de cosas con la edad o la llegada de la maternidad, pero ocurrió una que fue mejor que ninguna: que tengo una hija tan soñadora como su madre (de los pequeños aún no puedo hablar).

Qué suerte y qué riqueza vivir rodeada de mundos mágicos a cual mejor. El de los sueños, el de las estrellas, el de las princesas, el de los objetos que nos rodean, el del amor... y cada uno de ellos adaptado al momento, a "nuestro" momento.

No hace falta que sean mundos perfectos, no hace falta que sean típicos o estereotipados. Nuestros sueños a veces son pesadillas, las estrellas también se enfadan, las mesas se ponen celosas si siempre te sientas en las sillas, las princesas a veces no quieren príncipes, y el amor suele ser caprichoso.

No necesitamos que otros lo entiendan, ni siquiera nosotras mismas, para eso Inés tiene una explicación que no deja lugar a dudas: "será de ese mundo al que no se puede ir, ni volver", y con el que sin embargo tenemos línea directa.

Esto nos permite además tener nuestra percepción alerta, en sentido positivo, para integrar fácilmente nuevas y maravillosas posibilidades, sin miedo a lo desconocido. O sin mucho miedo al menos, porque el miedo también es un mundo.

Es un auténtico placer cuando Inés se remanga y dice: "Mamá, voy a experimentar!", nunca sabes qué puede venir a continuación, pero será mágico, seguro.

3 comentarios:

  1. Un placer leerte, como siempre, pues comparto tus palabras y sentimientos de libertad y mágia hacia la vida y hacia nuestros/as hijos/as! Besos sinceros!

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  2. Es estupendo que tanto madre como hija sean así de soñadoras! El mundo necesita sueños y gente que los sueñe! Un besazo Nely!

    A propósito el nombre de Inés me encanta!

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  3. Lídia, GRACIAS.

    Sarai, si que nos hacen falta unos cuantos soñadores, mejor nos iría... Un besazo.

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