martes, 27 de diciembre de 2011

Feliz primer año!!

Ser madre de nuevo era sólo una idea, un proyecto a largo plazo, una posibilidad...

Unos meses más tarde era un positivo y una semana después la división de mi pequeño gran embrión.

A partir de ese momento, hospitales, pruebas, controles, miedo, ansiedad... Lucha constante para que no me quitaran la oportunidad de vivir un embarazo que sabía sano y mío.

Los médicos sólo veían feto 1 y feto 2, medidas, estimaciones, porcentajes... donde yo veía latidos, manitas, patadas... Aún así me hicieron dudar en no pocos momentos y en la semana 23 ya les había puesto nombre para tener de quien despedirme llegado el momento.

Ese momento no llegó, afortunadamente, pero sí llegaron mis dos bebitos un poco antes de lo recomendable, y unas horas después de lo económicamente deseable (justo el día que quitaban el cheque bebé!!).

Ahora no me puedo creer que los chicarrones que están a punto de cumplir un año fueran entonces esas cositas pequeñas y arrugaditas, que más parecían duendes envejecidos que bebés. No me puedo creer que superaran las primeras horas, los primeros ingresos, los días de no vivir con ese pitido metido hasta lo más profundo, las mascarillas, los guantes, el dichoso ruido del sacaleches, los electros, las analíticas, la hora de visita médica con el corazón en un puño, la ropa grande, los pañales grandes, los biberones inmensos, la cama gigante...

Aquellas primeras sonrisas intencionadas, las manitas agarradas a un dedo, el sonido acompasado de la respiración calmada, la cabeza sostenida, la espalda por fin erguida, los primeros gateos, la ausencia de miedo, el lanzarse de la cama cual superman sin capa, los primeros pasos...

Y los pequeños monstruitos que tal vez no nacerían han roto esquemas y superado estadísticas. Los pequeños prematuros que irían por detrás de los niños de su edad resulta que tienen prisa por comerse el mundo y han decidido que ya está bien de ser bebés, que ahora son niños.

Mientras, esta aprendiz de madre que ha pasado muchas veces en este año de sentirse poderosa a totalmente vulnerable, de estar embargada de amor a superada por las circunstancias, de ser cobijo a estar ausente..., esta madre que echa mucho de menos un sueño reparador, una casa recogida, una horita de lectura en silencio, volver a pensar con fluidez... y que escoge como palabras clave de este año: caos, conciencia y sostén, tiene una única verdad: no combiaría ni uno solo de los días que ha vivido con vosotros.

Felicidades pequeñas fieras!!




martes, 20 de diciembre de 2011

A la luz de la risa de las mujeres.

Rosa Zaragoza acompaña mi maternidad desde hace ya bastante tiempo, y gracias a su canción "Rumba de las madres" preparé mi último parto con absoluta confianza y mucha alegría (algunos médicos deberían escucharla).

Me puse esta canción en el móvil como tono de llamada por lo que a veces sonaba varias veces al día, así que Inés, que entonces tenía 4 años (y yo un tripón inmenso de gemelos), terminó por aprendérsela y por supuesto la cantaba a voz en grito a todas horas, en el baño, en el supermercado, en la farmacia... <<Yo también quiero pariiiir!!!>>.

A continuación aparecía "esa mirada" en los adultos que la oían: <<ya está esa loca enseñándole cosas raras a su hija!!>>. En algo tenían razón: para Inés supuso un gran aprendizaje. Supuso la posibilidad de ver el temible parto, cuya mala fama le precede, como algo precioso y deseable. Exactamente como finalmente fue y ojalá algún día sea para ella.

Ahora estamos en otro proceso, los chicos ya casi no son bebés, Inés es una mujercita, mis hormonas se han apaciguado (creo), y estamos intentando vivir este momento con la conciencia que requiere.

Y vuelve Rosa Zaragoza para poner los sentimientos en palabras:


Aquí está la letra.
aquí podéis comprar el nuevo cd, encargándoselo a la propia autora.

domingo, 18 de diciembre de 2011

"Cuéntame el autismo"

La Federación de Autismo Madrid pone a la venta el libro Cuéntame el Autismo, compuesto de "casi noventa relatos sinceros, impactantes, sencillos, directos, poéticos… que merecen ser leídos"



 
"Con esta acción estás ayudando a que la Federación Autismo Madrid haga realidad su sueño de ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con TEA y de sus familias, apoyando el servicio de información y asesoramiento, la realización de Jornadas, la investigación, la defensa de Derechos..."

Yo ya he pedido mi ejemplar!!!

martes, 13 de diciembre de 2011

El mate

Conocí el mate en un viaje a Argentina, como no podía ser de otro modo, y desde entonces me acompaña, siempre.

La gente que me conoce cree que estoy enganchada y lo confieso abiertamente, lo estoy. Pero lo cierto es que con el mate no sólo sobrevivo a la falta de sueño, además he forjado amistades insustituibles, he mantenido conversaciones que jamás podré olvidar, he pasado horas y horas en buena compañía arreglando el mundo, y el día que me vi por primera vez tomando mate yo sola supe que separarse es algo más que firmar un papel.

El otro día mi amiga Lourdes me envió el siguiente escrito, y será que estoy sensible, pero lloré al leerlo:

"El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es 'hola' y la segunda '¿unos mates?'.

Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.

Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.

Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'. El otro responde: 'Como tomes vos'.

Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba.

La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.

Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí.

El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.

Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones.

El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores... Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena. La charla, no el mate. Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablas mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!'.

Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo. Es el cariño para preguntar, estúpidamente, '¿está caliente, no?'. Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final. Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia de uno por uno. Es la obligación de decir 'gracias', al menos una vez al día.

Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir".

Lalo Mir en el programa ´Lalo Bla Bla´ Radio Mitre (ARGENTINA)

jueves, 8 de diciembre de 2011

Querido Papá Noel,

Se acerca el día en que vendrás a visitarnos y en casa empieza a respirarse un ambiente de nerviosismo, como una inquietud alegre, espectante, pero confiada.

Por su puesto ese amasijo de sensaciones proviene de Inés porque los pequeños todavía no han vivido ninguna Navidad.

Ella te sabe mágico y generoso al mismo tiempo, te imagina tal como te pintan los grandes almacenes, regordete, pelo canoso y siempre de rojo. Pero sabe más, sabe que no importa en realidad si los niños han cubierto durante el año las expectativas de sus padres, porque eso a ti te da igual. Sabe que tú no vigilas durante el año porque no hay nada que vigilar. Sabe que el cariño que envuelve un regalo no deja cabida al chantaje.

Y con esta magia que a sus ojos te rodea, espera estas fechas con ilusión, porque decoramos la casa, porque miramos el cielo esperando descubrir un reno volador, porque ponemos bajo el árbol un turrón de chocolate para agradecer tu gran esfuerzo y para darte un poco de nuestro cariño. Ilusión porque tal vez vuelvas a dejar huellas de nieve cerca de la ventana y volvamos a contener la respiración esperando escuchar tu oh, oh, oh!, porque daremos saltos de alegría al ver cómo un año más se llena todo de papel de colores y llevaremos a cabo la difícil tarea de esperar hasta las 24h para ver qué has elegido para nosotros.

Por supuesto tienes la carta de Inés, las muchas cartas en realidad, porque ella lo admite, le gusta tooodo!!, pero sabe que al final tú eliges de acuerdo a criterios muy concretos, teniendo en cuenta sus gustos evidentemente, pero también buscas que tus regalos sean en gran medida útiles, versátiles, educativos, de un tamaño adecuado a nuestro espacio, preferiblemente ecológicos, heredables y económicos. Tranquilo, Inés lo sabe, ha visto que cada año hay más niños en el mundo, no en vano estamos rodeados, y comprende que son más a repartir.

Así las cosas, quiero agradecer tu constancia aún en los años no tan buenos y mandarte un gran abrazo que te de fuerzas para seguir construyendo este mundo de magia que a veces nos hace tanta falta.

Sé que llegas a todas partes, pero en las casas donde hay niños lo haces con más luz. Gracias.

Ah! y un beso de parte de Inés.


martes, 6 de diciembre de 2011

Un premio!!

El otro día Silvia me dejó un premio en su blog "Ser madre: ¡toda una aventura!", con la intención de levantarme el ánimo y se lo agradezco enormemente, porque cumplió su objetivo. Sentirse acompañada siempre da fuerzas. Gracias Silvia!!!



Ahora yo quiero compartir este premio con otros blogs cuyas autoras me acompañan en el día a día.

- Dálle un coliño, porque aunque no conozco a Meni en persona la quiero un montón y merece (y necesita) ser arropada en este momento.

- Sarai Llamas, porque siempre me arranca una sonrisa con sus entradas y me contagia de vitalidad.

- Reflexiones de una madre (triple) - psicóloga, porque con sus historias de madre múltiple de niños ya creciditos, me ayuda a prepararme para lo que se me va viniendo encima y compruebo a través de ella que es posible sobrevivir!!

- La invasión twin, porque estamos rodeados y lo único que podemos hacer es tomarlo con humor.

- Estimant la vida y la llibertat, porque es un placer encontrarse con personas tan honestas y consecuentes consigo mismas.

- Y aunque ya ha recibido este premio por otra vía, no puedo dejar de entregárselo a trestrillistigres,  porque Cíntia y sus enanos se han convertido un poquito en parte de mi familia.